06 jun Conoce los diferentes tipos de copas para vino con Bodegas Gallegas
Una copa de vino es el instrumento fundamental de cualquier profesional. Enólogos, sumilleres y otros expertos del sector coinciden: la forma de una copa sí importa. Para que podáis sacar todo el partido a vuestros ejemplares favoritos de Bodegas Gallegas, analizamos los diferentes tipos de copas para vino. ¡Toma nota!
En primer lugar decirte que hay tres reglas básicas a la hora de tratar con una copa de vino.
- Es importante llenar la copa de vino con la cantidad de adecuada. Este dato varía según estemos hablando de vinos blancos, tintos o espumosos.
- Una copa de borde fino facilitará el consumo del vino, dejando que fluya por el vaso hasta nuestro paladar.
- El tallo de una copa no solo permite sostener la misma si no que evita que podamos calentar el vino con nuestras propias manos.
Una copa con un arduo diseño provoca que los diferentes componentes de un vino cambien. De este modo, se puede volver más amargo o un impedimento para detectar todo lo que el aroma de un vino puede transmitir.
En cambio, una copa diseñada para el vino que vamos a consumir puede potenciar sus cualidades más positivas. Detectaremos el aroma del vino, el sabor, jugaremos con la temperatura del mismo, etc.
Descubriendo los diferentes tipos de copas para vino
Vino tinto
Las copas del vino tinto deben ser de grandes medidas. Su funcionalidad es la de evitar el contacto directo con el aire favoreciendo la oxigenación del fruto. De este modo distinguimos:
- Burdeos: una copa alta pero no cerrada en boca. Es una de las copas más utilizadas en el sector que limita la astringencia de los taninos y permite exaltar el sabor de la fruta en el vino.
- Borgoña: una copa en forma de balón que facilita el movimiento del vino dentro de la misma, beneficiando a la emulsión del aroma. Su fabricación es muy peculiar, una única pieza de cristal de plomo en forma acampanada que permite que el vino respire.
- Pinot Noir: una de copa gran tamaño pensada para dirigir el vino hacia nuestro paladar directamente. Según los expertos, es una copa que literalmente busca expresar el dulzor o la acidez de un vino.
- Cabernet Sauvignon: una de las copas de fácil movilidad que permite disfrutar del aroma y sabor de vino, debido a que suaviza los bordes ásperos.
Vino blanco
La copa de vino blanco es una copa más pequeña y estrecha que la utilizada en el vino tinto. Se trata de recipientes elaborados para resaltar el sabor más dulce del vino, conservando en todo momento la temperatura adecuada del vino.
- Tulipán: uno de los tipos de copas para vino pensados para resaltar el aroma a fruta, de fácil movilidad por su pequeño y estrecho tamaño en comparación a las demás. Además, tiene el pié más largo para evitar sostener la copa con la mano.
- Chardonnay: una copa de forma redonda que facilita la salida de las notas varietales del vino. De este modo, se crea un equilibrio entre la fruta y se convierte en la copa perfecta para crianza en barrica de roble.
Vino espumoso
Una copa para vino espumoso se caracteriza por saber guardar la burbuja de forma natural, evitando que la temperatura ascienda.
- Pompadour: una copa baja en comparación a su gran abertura para boca. Este tipo de copa permite que la burbuja desparezca rápidamente, por lo que es la menos recomendada por los expertos para beber cava o champagne.
- Vintage: de estética sublime, no se recomienda para cata pues su balón es demasiado amplio y potencia que las peculiaridades del vino pasen desapercibidas.
- Flauta: su forma alargada, permite concentrar el bouquet y acentuar la textura más cremosa en paladar. Se trata de una copa diseñada específicamente para mantener las burbujas en ella.
¿Qué te ha parecido esta clase magistral? Conviértete todo un experto en los diferentes tipos de copas para vino. Si te gustaría saber más aspectos relacionados con el vino y el disfrute del mismo, ¡no dejes de seguirnos! Te contaremos todo lo que necesitas saber para convertirte tú mismo en un auténtico profesional del sector.
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