12 sep ¿Qué es el lloro? Descubre la poda de la vid con Bodegas Gallegas
Durante el invierno, la vid permanece inerte, con todas sus funciones suspendidas. No tiene hojas, ni flores, ni frutos. El viñedo se encuentra en parada invernal. Es en este momento cuando se realiza la poda de la vid que conocemos como poda de invierno.
Con la poda, se buscan fundamentalmente dos objetivos. Por un lado, el preparar y adaptar la planta para su cultivo y desarrollo, por otro, el de conseguir equilibrar la producción de la futura uva. La poda será fundamental a la hora de controlar la calidad y cantidad de la uva.
Veremos que la vid es sensible a todo lo que le rodea, hasta el punto del lloro. Este significará que finaliza su letargo invernal, que vuelven a la actividad con la subida de temperaturas. Hacen oficial la llegada de la primavera al viñedo.
¿Qué es exactamente el lloro de la vid y por qué llora la cepa?
Marzo es el mes de transición entre el invierno y la primavera, y como decíamos, el lloro llega con la subida de las temperaturas tras la etapa invernal. Este primer contacto con el calor hará que los viñedos despierten tras su reposo invernal. La cepa ha pasado dormida todo el invierno, y lo primero que vuelve a la actividad es su raíz.
La raíz nota como poco a poco el suelo va calentándose, y la savia comienza a recorrer la planta de nuevo. Lo hará cargada de hormonas vegetales y de nutrientes, procurando llegar hasta el último rincón de la vid.
Volvamos ahora por un momento al inicio de este texto, ¿recordáis que durante el periodo invernal hemos procedido a la poda de invierno? Pues bien, cuando la savia recorra los vasos conductores de la vid, se encontrará con que estos finalizan de repente. Habrá llegado a la herida de poda, al punto exacto en el que el viticultor realizó el corte.
No hay todavía en el viñedo hojas nuevas a las que alimentar, pero la savia llega a ese punto de corte, a esa ‘herida’ de la vid, con tanta fuerza y tantas ganas ya de primavera, que no puede frenarse, y saldrá al exterior. Lo hace en forma de lágrima, por eso se dice que llora la vid. Volverá a repetirse el ciclo del viñedo. Estaremos, en este momento, ante una nueva añada.
¿Cuánta cantidad de agua llora la vid?
En esto influirán diversos factores, principalmente dos. Por un lado, el grosor del corte al realizar la poda. Estos cortes han seccionado los vasos conductores del viñedo, por lo que la manera en la que se haya producido influirá directamente en el lloro unas semanas después. También va a depender de cuándo se haya llevado a cabo la poda de la vid, ya que cuanto más tarde se poda, más llora la planta.
Además, en esta cantidad variable de llanto, influirán también factores como el vigor del propio viñedo o la climatología. Estos lloros cesarán cuando los cortes y las heridas se recubran con unas sustancias gomosas producidas por bacterias que viven sobre el derrame, además de con las sales disueltas en el lloro evaporado. Todo esto obturará los vasos conductores de la vid, al taponarlos cesará el lloro.
¿Cuánto tiempo dura el lloro de la cepa?
El lloro de la vid puede prolongarse durante aproximadamente una semana o diez días, si contamos aquí el tiempo que la planta necesita desde que comienzan a despertar sus raíces con la llegada del calor, hasta que se produce la cicatrización en sus cortes.
Cuando esto último sucede, la planta ya ha despertado por completo de su letargo invernal. Comenzará entonces a crecer de nuevo gracias a las reservas acumuladas, y llegarán los brotes, que serán visibles en la vid desde aproximadamente la segunda quincena del mes de abril, aunque todo esto dependerá en gran medida de las temperaturas.
Poco a poco, se irán desplegando las hojas, que crecerán para alimentar a la planta y formar las uvas. Y en un abrir y cerrar de ojos, nos encontraremos de nuevo esperando a que llegue la vendimia.
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