Por la bebida de los dioses

29 Apr Por la bebida de los dioses

Por Ardilla Monroe

El consumo habitual de vino en los inicios de los tiempos, se relaciona directamente con griegos y romanos, en épocas de excesos, ambrosía y culto, pero en realidad su presencia se remonta a las culturas prehistóricas. En todo caso, lo que tenemos claro es que, a lo largo del tiempo, el uso del vino ha tenido una relevancia imperiosa en ritos religiosos, sacrificios y festividades en honor a deidades. Por lo que, a continuación, hacemos un repaso de dioses y actos de culto donde el vino ha sido protagonista:

En la cultura sumeria: Tres dioses hacen referencia a la vid y sus propiedades embriagadoras; la diosa Gestín (sgnificado de “madre cepa”), el dios Pa-gestín-dug (significado de “buena cepa” y su esposa Nin-kasi (significado de “dama del fruto embriagador”).

En la mitología Egipcia; Osiris, previamente a convertirse en el Dios de los muertos, apartó a los egipcios del canibalismo y los instruyó en el cultivo de los campos, y entre estas actividades, la siembra de la vid y cosecha del vino, tomando forma como Dios del vino. Tras su muerte a manos de Seth y su posterior resurrección como Dios de los muertos, su mujer Isis lo relevó convirtiéndose en la Diosa de la agricultura y la fertilidad, asociándose de esta manera con el cultivo del vino, encargada de velar por el éxito del proceso de transformación de la uva. De esta manera, el pueblo en sus ritos de culto festejaban la vendimia con flores en el pelo y fenomenales borracheras. El epíteto para el vino era entonces ‘lágrimas de Horus’ o “sudor de Ra”.

Los Griegos adoraban a Dionisio, considerado el importador de esta bebida, y cuyo descubrimiento gira en torno a tres versiones distintas; Una de ellas es que Estáfilo (significado de “racimo”), hijo de Dionisios y Ariadna, era pastor del rey Eneo de Caledonia (del que procede la palabra que referencia la ciencia de elaboración del vino, la “enología”) y durante su pastoreo observó que una de sus ovejas iba más retrasada que el resto y caminaba mas alegre que las demás (imaginaos la ingesta de qué, provocaban los aires pizpiretos de aquel borrego).

Por último nos paramos en la religión Cristiana, católica, ortodoxa, copta, anglicana… donde la Eucaristía, Cena del Señor o Santa cena, entre otras denominaciones, por medio de la consagración convirtieron el pan y el vino en el cuerpo y sangre de Jesucristo. Un santo sacramento que a día de hoy se repite en cada uno de los actos eclesiásticos de esta religión.